Nadie necesita de mis voces, de mis senos o de mis lágrimas, nadie quiere mis voces, mis senos o mis lágrimas y luego de eso, no soy nada.
Volver a tener gusanos en mis tripas, ver el veneno entre mis costillas y si no me queda tiempo, me conformó con oler la sangre desprendida de aquellos que en mi pasado se aprovecharon.
En otros tiempos ya estaría quemada por ser bruja o no amada, estaría muerta por no amarme, por no sentirme ni tocarme, estaría quieta entre los fuegos de mis carnes.
Dudo también de mi pasado, de la niña que nunca fui y de la mujer que jamás llegare a ver en el reflejo de los mares.
Los ruidos de los lamentos, no me dejan pensar con claridad. La noche es larga, aún quiero ver que pasa pero si llegase a pasar, lo siento.
La cosa es el silencio, eso es lo que me gusta y eso es lo que quiero... Hacer el amor con el silencio eterno, tener engendros demoníacos y depositarlos en mis mentes desconocidas, sentirme palidecer y ya no ser.
- Autor: Esmeralda Zamorano (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 7 de mayo de 2020 a las 00:54
- Comentario del autor sobre el poema: Shhh...
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 42
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri, Fernando?, Vogelfrei
Comentarios2
Me gustó.
Muchas gracias.
Cuídate!
genial querida amiga me encanto leerte un verdadero placer
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