Son tus ojos de esmeralda,
piedras donde se fundamentaba mi amor.
(Allí, donde el tiempo se detenía.
Allí, donde construía mi morada)
Luego fueron piedras de tropiezo,
porque iba y volvía mas no me querías.
(Allí, donde caía derrotado.
Allí, donde la realidad me hacia añicos)
Ahora, son piedras en el fondo del río del olvido
donde son ahogados los recuerdos,
porque tus ojos nunca fueron míos.
- Autor: Joel M. Tapia ( Offline)
- Publicado: 7 de mayo de 2020 a las 11:53
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 50
- Usuarios favoritos de este poema: Ignacia.
Comentarios1
Muy buen escrito, un placer leerte... más con ese final “porque tus ojos nunca fueron míos” es el final perfecto para un poema tan sentido.
Saludos.
Muchas gracias Otoño! Cada tanto uno vuelve a explorar aquellas huellas que quedaron grabadas en nosotros. Saludos
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