Hay una sombra que cruza el mundo
y en cada país ha dejado una marca.
Hay una sombra que traspasa la ciudad.
y ha entrado en cada hogar.
Como penumbra silenciosa en mi cuarto,
ha desbaratado ternuras, amigos y caricias.
Pero no cejo.
Mi conjuro
va montado en las nubes que diviso,
asomadas en el invierno cercano.
Mi conjuro,
se aloja en los árboles que rodean la tarde,
y en la ventana-prisión,
que me devuelve siempre
el paisaje alucinado de los días iguales.
Mi conjuro,
atrapa las noches de paso que ceden a la belleza.
Mi conjuro
va hilvanando un hilo crucial
sobre recuerdos lejanos de otros días
que irrumpen, cada tanto, sofocados,
y se posan latentes sobre esta pesadilla.
- Autor: Oro y barro (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 9 de mayo de 2020 a las 14:47
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 14
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