Yo, . . . el miedo

Gonzalo Ramos Aranda

“Los asalto con denuedo . . .”

Esta percepción no es mustia,
soy la sensación de angustia
que genera la presencia,
la aparición, existencia.

De un real o imaginario
peligro en el escenario
presente, futuro incierto
o en el pasado, bien cierto.

Soy la primaria emoción
que origina la aversión,
innata, que siempre pasa
por el riesgo y la amenaza.

Que siente todo animal,
incluyendo, así, tal cual,
al género ser humano
que llega al pánico insano.

A veces, sin más piedad,
pasando por la ansiedad,
por la cruel incertidumbre
que, para la mente, es lumbre.

Los eruditos me citan,
me estudian y me analizan,
bajo el cariz biológico, 
social o neurológico.

Incluyendo el cultural,
lo que es . . . muy natural,
desde otros puntos de vista
con psicológica arista.

Entrando en el alma mía,
Sigmund Freud me hizo teoría,
definiendo al miedo real
y al grave, fenomenal.

Horrible, miedo neurótico,
sé que sueno estrambótico,
mas, todo eso le acontece
a hombre y mujer, cuando crece.

Recelo, fobia, temor,
alarma, susto, pavor, 
terrorífico todo esto
como mi ser tan funesto.

Para sensibles conciencias
que sufren las consecuencias,
pues altero en las personas
sus conductas más dulzonas.

Su tranquilidad, su calma,
mi acción, asaz, les desarma,
cordura, serenidad,
para mí son nimiedad.

Agallas, las valentías
de la gente, hago mías,
yo, el miedo, manifiesto 
un duro poder siniestro.

De una manera evasiva,
respuesta a la defensiva,
individuos desestiman
las causas que me originan.

Las matizan, las “disfrazan”,
en ese intento fracasan,
se muestran muy indolentes
y, conmigo, . . . indiferentes.

Tales “fugas” son en vano,
cabal, me impongo, les gano,
mi sombra fiel los desborda,
hoy, estoy más que de moda.

Soy miedo al virus temido,
al germen desconocido,
aprovecho su ignorancia
y he vertido atroz fragancia.

Sobre gran parte del mundo
con espanto harto profundo,
vivo inmerso en su cabeza,
ya no piensan con certeza.

Ante el covid diecinueve,
la pandemia que conmueve,
los amedrento e invado
presto, falaz, sin enfado.

Mi función los paraliza
y su cerebro . . . agoniza,
ese mal, minimizado,
más contagia y ha matado.

Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Ciudad de México, a 09 de mayo del 2020
Reg. SEP Indautor No. (en trámite)

  • Autor: Gonzalo Ramos Aranda (Offline Offline)
  • Publicado: 9 de mayo de 2020 a las 23:04
  • Categoría: Reflexión
  • Lecturas: 42
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