RUBOR.
Cómo mi alma ruboriza,
cuando serena me miras,
con esa mirada cobriza,
que mi sentido hace tiras.
Tu pectoral… Si suspiras,
enciende deseos sublimes
y sin saberlo tú me miras.
Sabiéndolo yo. Me redimes.
El temblor de tus labios rojos,
pronuncian silentes un beso,
seduciendo apetecidos antojos,
de magno deseo aun inconfeso.
Incitan tus regias formas,
de convexos prominentes,
sin sortilegios ni dogmas,
son apetencias candentes.
Toda eres extasío inminente,
excelso encuentro sin extravío,
comunión de alma, piel y mente.
Son primicia, ofrenda. Desvarío.
Y ruboriza mi alma y mi tez,
tus imperceptibles gemidos,
tú besándome y yo a la vez,
besando tu alma y sentidos.
Autor: Víctor A. Arana.
(VÍCTOR SANTA ROSA)
Abril 14 del 2020.
- Autor: VICTOR SANTA ROSA ( Offline)
- Publicado: 12 de mayo de 2020 a las 00:03
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 37
- Usuarios favoritos de este poema: DFV, alicia perez hernandez
Comentarios1
Un acalorado gusto leerte! Saludos!
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