Que grande que era la luna, cuando aún brillaba en la oscuridad de mi ser, que triste que ya no esté y que no pueda andar conmigo en nuestra oscuridad.
Sus ojos tenían un color que no podría explicar
era más que un ángel, era más que un demonio
era un marrón que nunca voy a olvidar, quizás sea el color que más duela al recordar.
Que increíble se volvía el día cuando se unía tu sonrisa con el brillo del sol, aunque lloviera, siempre sonreías y es lo que siempre amaré hasta el final.
aún en la oscuridad brillaba y era de admirar aunque pocas veces te lo pude interpretar.
Hoy encuentro muchos caminos para seguir
algunos con más rocas de lo normal
otros tienen flores y un sol brillante todo el día
otros tienen la mitad de ambos, otros sólo un vacío
no se por cual caminar pues no soy lo suficiente para poder seguir alguno sin rendir.
Que desear de un jardín, en el cual solo pudiste ver rosas todos los días, donde el aroma ya no hacía suspirar a tu ambriento ser, donde poco a poco
dejó de florecer, incluso las plagas fueron muriendo un poco más.
Que bellos cielos, que bellos jardines llenos de tantas rosas distintas, que fríos los caminos que hoy tengo para caminar, por algunos muero y por otros soy infeliz sin final.
que irónico que cuando aún brillabas...
SI PODÍA CAMINAR.
_Rodrigo Ego-aguirre.
- Autor: rodrigo hernando ( Offline)
- Publicado: 12 de mayo de 2020 a las 02:18
- Comentario del autor sobre el poema: Incluso las rosas más bellas se marchitan si no se riegan constantemente. Así funciona el amor.
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 79
Comentarios1
Así es amigo Rodrigo, la vida en la naturaleza es efímera, todo lo que nace muere nada es eterno Un placer leerte.
bambam
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