Ahora no vivo la vida, solo la veo pasear a mi alrededor.
Mirándome desafiante, ante tanta soledad, en la que me refugio
y no por mi voluntad, al contemplar tanta maldad.
Y no poder hacer nada, para ayudar a la humanidad
que sin ayuda de nadie, se quieren acabar.
Aquí donde estoy me hacen falta las flores
que se marchitan sin mi amor y mi calor,
el sol que hasta mi alma calentaba con su calor
Ver las mariposas posando de flor en flor
La tristeza no llega aun, porque un espíritu renovado llegó
Lo único que necesita mi corazón ha sido mi amado Dios
Me despoje de todo lo necesario, que la vida me brindo
y encontré que lo único mío, es mi razón y mi ser
porque ese ser, ama a Dios.
- Autor: Rebeca Espinosa ( Offline)
- Publicado: 13 de mayo de 2020 a las 17:59
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 56
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri, Aqua Marina
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