Mirarnos a los ojos muy fijo
y yo, con las copas listas,
hacia a ti me dirijo.
Hoy brindamos por Venus! Compañero mio!
Porque ha sido nuestro primer domicilio
artesana y principal testigo
del amor que nos ha invadido.
Y hoy, después de lo vivido,
de ella nos despedimos.
Escribiré estos versos
como anclas para nuestros recuerdos
y para homenajear en el presente,
lo que nuestros dioses nos conceden:
Helios y Selene
Iluminarnos cada presente
y Gea
diluirnos sobre ella.
Somos dos cuerpos con un destino:
Gozar lo que se nos ha concedido,
disfrutar que coincidimos,
para luego enseñar lo aprendido.
Sudamos
y así nos desintoxicamos
e incluso alcanzamos
lo que no pudo el palo Santo.
Nos embriagamos con tinta oscura
para revelar la luz que nos inunda
para que quién nos lea entienda
qué amor si vale la pena.
Amo ser, amor mio
ahora tu recinto.
La libra que te equilibra.
La abundancia que dominas.
La seguridad con la que palpitas.
La equidad por la que luchas.
Las curvas para tu equilibrio.
La que desequilibra tu muro más fijo.
Desde la domadora de tu ego y suplicio.
hasta las piernas que usas de cobijo.
Sabes que puedo ser la luz que le coquetea a tu oscuridad
y la oscuridad que debora tu inseguridad.
Tu dices que soy el alimento carnal
que necesita tu lado espiritual.
Yo digo que es la desnudez
de nuestras mentes,
el alimento de nuestros
cuerpos.
Celosamente nos cuidamos
y furiosamente nos gozamos.
Tu lengua me reclama haciéndome consciente
hasta que me vacías las verdades en el vientre
y así el fuego que creamos
a orgasmo lo ahogamos.
Enlazando nuestras manos,
respirandonos explotamos,
desaparecemos entre nuestros dedos
y al volver no lo hacen nuestros egos.
Cada orgasmo, cada vez
es como morir y volver a nacer.
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