En el espiral de un día,
se eterniza un amanecer;
con hermosa quietud y perfumada
sonrisa, terminas del amor
mi escasez.
En ti, cobijo,
tu presencia
resulta en paz;
me abriga tu corazón;
vedado un ayer, pospuesto
el inmaduro mañana;
deseos tornados en realidad.
Ven y calma... repleta
de agudos cariños la confianza,
regálate un hallazgo sin registro,
emocionante y especial a tus sentidos
/ el universo tocar.
Mirándote, se escucha esta poesía
en voz de una rosa;
osada y celosa, sabe que mi alma
es tuya.
Ten mi cuerpo, mi antaño tesoro;
descubro que tus ojos,
son nuevos mundos donde puedo
hallar paz
/sin relojes ni finales.
- Autor: Jasiel Morales ( Offline)
- Publicado: 15 de mayo de 2020 a las 11:30
- Categoría: Amor
- Lecturas: 39
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