Mi Vida de Poeta

Mi Vida de Poeta

Nacì en un rinconcito de Ecuador, mi paìs.

Familia muy extensa, y de alcurnia a exhibir,

Profesora fuè mi madre, y poèta fuè mi padre,

Aprendì, de su trovar, de su vivir, y de su soñar.

El vivìa con la tinta, con la pluma y el papel,

Sus ideas impregnaba, al momento del saber,

Su talento era grande, y su tiempo su rival,

Proveer era su meta, nò, a su escritura formal.

Yò tenia 5 años, seis o siete, a lo màs,

Con mis tìos y familias, se reunìan a buscar,

Coplas, versos en sus rimas, que me hacìan suspirar,

Y a mis ocho, yà mi padre, no se podìa màs quedar.

No obstante en su ausencia, a mis 15 yò empecè,

Componiendo y rimando, sin acordarme el  porquè,

Un poèma y luego otro, en papeles coleccionè,

Con el primer amor de entonces, sin esfuerzo me inspirè.

Desencanto con mi amor, yà un diario yò formè,

Con versos y poèmas, a escribir me dediquè,

Pero Un dìa en la mañana, muy temprano despertè,

Por mi diario yo buscaba, y yà màs nunca lo encontrè.

Esta pèrdida fuè tan grande, que màs nunca contemplè,

Escribir  un sòlo poèma, para no volverlo a perder.

Pero siempre mi aficiòn, me atraìa a componer ,

Sin embargo resistìa,  la tentaciòn sin saber porquè.

Acabè mi sexto curso, en Estadìstica y Contabilidad.

Y Casi acabo mi Carrera, de Finanzas en la Universidad.

Me traslado a Norteamèrica, en el año Noventa y Tres,

Estudiando Inglès primero, y yà pudièndome comunicar.

Como famosa diseñadora, yo querìa certificar,

Y lo hice con esfuerzo, en el año 2010,

Sin embargo mi talento, nò estaba en èse crear,

Ya que soy una poèta, por delante y por detràs.

Y teniendo 46, el intruso me confesò,

Que mi diario lo tomò, con malicia y sin razòn,

Fechorìa que marcò, una vida de aflicciòn,

Liberando su conciencia y buscando mi perdòn.

Un año me ha tomado, digerir èsta noticia,

De la pèrdida de mi escrito, todo un año de asficcia,

Hasta un dìa que en un parque, yo corrìa y meditaba,

Como huyendo del recuerdo, de èste robo que me ahogaba.

Pensamientos de enojo, que al ladròn hechè a volar,

Pero entonces meditando, como yò suelo anotar,

Yo me dije en voz alta,  nò la guardes yà rencor,

Ese fuè sòlo tu diario, pero tu talento perdurarà.

Desde èsa tarde yò compongo, con talento y dedicaciòn,

En tan poco tiempo he escrito, a la vida y al amor,

Y he visto a Jesucristo, en mi cuarto a observar,

Mi talento y mi vida, que èl vino a ordenar.

Mi precioso Dios Querido, mi Divino Adorado,

El estuvo frente a mì, en el aire bièn sentado,

Con su rojo carnecì, me pregunto si soñè,

Sonriendo a mi espanto, al momento que lo observè.

Tengo espìritu de acero, y un camino por vivir,

No he parado en mi mente, con poèmas a afluir,

Vendiciones en mi vida, y muchos versos a añadir,

Y con sentido mis palabras, van un castillo a construir.