Ensayo: Por lo Espurio de la Vida
La vida es inefable e indeleble, cuando el cielo es de azul y no de gris tempestad. Cuando la tormenta se da como pasaje de ida y sin vuelta, cuando llega la tristeza a tí y a tu vida. Cuando la vida es tan espuria como ilegítima sino se hace lo debido correcto. Trata de hacer de la vida un triunfo, un éxito y no una comedia y no un infortunio. Que lo que haces es lo perfecto, ser como Dios, es ser perfecto e ideal, no seas más un espurio y no un nada entre escombros de la vida muerta. Sal hacia adelante, pues, no hay más nada que la vida buena, que la vida perfecta, y que la vida en manos de una perfecta descendencia. Que no somos pájaros sin alas, que no somos luz sin un farol, que no somos oscuridad sin tinieblas, que no somos perro sin hueso, que no somos pez sin mar, que no somos ave sin viento, que somos personas capaces de pensar en raciocinio completo pertinaz, de resolver la vida como una solución pertinaz. Y con un sueño idóneo capaz de solventar tu presencia, como ola en el mar, como pez que nada entre sus aguas, y como una luz que es idónea sin ser errónea. Por lo espurio de la vida, no seas avaro ni idólatra, sino que seas perfecto de acuerdo a la vida misma. Por lo espurio de la vida, no seas metiche en lo que no te importa, sé tú y nadie más que tú. Ten tu pasado, viviendo tu presente pensando en el futuro. No seas huérfano de la verdad impoluta. No seas huésped de la falsa creencia, que sea tu creer y no dudar nunca de tí mismo. Que los errores sean por estupidez y no por ser correcto y perfecto en lo que haces. Sé hacia adelante, sé como el principio y no como un final. Pensando siempre que todo tiene principio y un final. Que la luz no te ciegue los ojos, que no somos ciegos, sino seres capaces de ver la pureza de la verdad. Sé como lo cierto y lo científico siempre en busca de la verdad absoluta. Creyendo en la fe, siempre creyendo en tí y en nadie más. Que no somos indecentes sino decentes en hacer y realizar nuestras metas como un triunfo y no como un triste desastre en dejar de obtener nuestros metas a seguir. Por lo espurio de la vida, por las cosas más malas, e identificar lo incorrecto, se debe a que el instante se cuece de delirante desafíos, cuando en la manera de creer en la vida, se siente como un torrente de tormentas. Cuando en el alma, se siente como una luz que hay que encender, que mantener encendido y que la ilusión no sea decepción. Cuando en la alborada se da como lo importante de desear lo que más se vé: la luz del sol. Sé diferente, no seas emulador, porque las copias son en blanco y negro y no a color. El color más bonito, más brillante y más esplendoroso. No sea ojos de mal agüero, que no te importe nadie y si a los demás no les importas tú. Por lo espurio de la vida, que no somos marionetas que nos lleven hacia nuestra más natural meta, sino personas capaces, de moverse, de sentir, y de creer en nosotros mismos. No seas títere, que nadie se tiene que reír de tí sino eres payaso. No creas en lo imposible con la posible posibilidad en creer que eres sinónimo y no adverbio, porque somos lo realmente somos y creemos en ser. Por lo espurio de la vida, que no seas un solo fracaso sino dos o más, para que aprendas lo que no debes de hacer más. No seas aciago en la vida misma, que la desgracia no es para que te alegres de ella, sino que coseches lo que debes de ver, sentir, escuchar y pensar en lo que eres y puedes ser. Porque lo espurio de la vida, es como ser ilegítimo, irreal, imperfecto, e infortunio con lo que más desees en ser. Aunque la gente maliciosa te imponga piedras en el camino sigue hacia adelante, adéntrate hacia lo irrepetible, hacia lo desconocido, hacia lo imposible de poder creer. Y siente lo que siente Dios al verte crecer y verte prosperar. Vé hacia lo indefinible, a lo sustancial, y a lo sustancioso, que no somos idólatras ni conformistas, sino seres trascendentales capaces de ver el cielo de azul cuando hay y existe tormenta. Existe y existirás, sino verás tu ataúd sin flores, porque ni tan sólo alguien se acuerda de tí. Sé transparente, y como el cristal, sé como el ímpetu descubre tu yo efímero y tan inmenso como puedes ser tú mismo. No seas malo ni bueno, que no somos idiotas tampoco. Sé tú, con tu propio instinto, siendo tan distinto como el lindo camuflaje que se esconde o se transforma depende de su gran naturaleza. Sé tú y nadie más, que nos somos pan de qué comer, sino hiel a quién agriar la vida con tu triunfo. ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Éxito!!!!!!!!!!
- Autor: EMYZAG (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 16 de mayo de 2020 a las 00:02
- Comentario del autor sobre el poema: Ensayo para revivir la vida en no muy buenos momentos...
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 22
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