Con su vestido rosado
de niebla y terciopelo
y su cabellera tintineante
por esa puerta
ha entrado la Alegría.
Déjala entrar.
Que pasee por toda la casa.
Que con pasos ligeros
suba y baje por las escaleras,
y se asome
a la ventana de tu cuarto.
Déjala entrar
más adentro.
Que bañe tu corazón.
Que recorra tu alma.
Deja que la Alegría
penetre en tu sangre,
que empuje las amarguras,
que de nuevo brille
en tu mirada.
Déjala entrar.
Empápate de ella,
y así iluminado recorre las calles,
transita por las plazas
visita los colegios,
los asilos, las cárceles.
Regala una sonrisa,
una flor, una carta.
Déjala entrar,
no solo en tu casa,
sino en tu corazón.
Os advierto,
cerremos las puertas de la ciudad,
cerremos las puertas del mundo.
Ha entrado la Alegría,
para quedarse con nosotros.
¡Bienvenida sea¡
,
- Autor: Paleornis (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 18 de mayo de 2020 a las 08:10
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 28
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z., JUAN ROMERO SOTELO, Lualpri
Comentarios1
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