El pensar que fue una noche más
y el viejo temor a envejecer,
y pasamos sin querer,
de ser libres a ser,
presos de un hermoso deber
Ya no hay tiempo para reprochar
de lo amargo que estaba el café,
las paredes llenas de humedad
y el frío eterno del invierno cruel
La ironía de ver sin mirar,
la simpleza de ser o no ser,
los abrazos que nos cuestan dar,
los defectos que, miramos sin ver
Los caprichos del tiempo al pasar
y los años que alargan la fé,
un milagro promete sanar
las heridas vivas del ayer
Una lágrima se dió lugar
entre falsas sonrisas tal vez,
se quedaron con ganas de un bar,
"ya no somos dos, ahora somos tres"
Comentarios1
Muy lindo..
Muchas gracias !! Saludos desde Argentina
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