Busqué la huella de tus pies en el camino, y solo encontré el camino
Busqué la huella de tus pies en la cuidad, y solo encontré la ciudad
Busqué la huella de tus pies, y no encontré y no alcance a mirar
Quizá porque tu cuerpo tuvo forma de cielo y nube
Porque transitaste el aire, para reposar en los sueños
En el silencio del corazón, te convertiste en latido
En la fascinación del recuerdo, has sido palpitación y destino
Suspenso de lo imprevisto y certeza de lo hallado
Has continuado aquí, entre las alas y el frío
Sin palidez te imagino, aún con tus manos ásperas
Construyendo mis pensamientos como antes la morada
No hay soledad en nuestra casa, no hay silencio en tu alma
Continuas tu camino entre nubes de polvo y nostalgia
Una sombra de entrega ha dejado huella en la greda
Para encontrarte aún vivo entre tu música y tus libros
Jamás escuche un lamento, jamás un ¿Por qué muero?
Esperabas un diluvio, un caer de relámpagos, un milagro
Pero llego el ángel blanco, para acariciar tu costado
Para dejarnos tu sombra, como caricia desnuda
Para dejarte invisible en la memoria del tiempo
Entre la luz de los sueños, como una broma de espejos
Que dejo de ser silencio, para convertirse en vacío.
- Autor: Jose Barrientos (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 21 de mayo de 2020 a las 12:50
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 38
- Usuarios favoritos de este poema: Yamila Valenzuela
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