Sabía que te encontraría en ese lejano lugar, tan apartado de la tierra donde me crié,
donde las historias nacen y las anécdotas se viven cada día. Te enamorarías.
Tantas ocasiones busqué en el mismo santuario; lo que allí había, no era para mí.
Seguramente caminando, el tiempo desvió mi andar, por eso estoy a unos pasos de ti.
Quizás no soy la mejor opción, mi aspecto es el de un extranjero ingenuo y perdido.
Me miras con tal rareza que me causas una sensación de satisfacción contradictoria,
pero yo tengo el gozo de contemplar la plenitud, la plenitud eres tú.
Llevo un gran dolor en el corazón, en los labios un inmenso desazón y las huellas
de historias bellas, pero la belleza tú lo eres.
El destino lo sabía, yo ignoraba las señales,
para mí eran sólo palabras banales, si hubiera sabido que en cada letra estabas tú.
Gracias a un giro en los polos fue que te encontré y por fortuna tomas mis sueños,
para hacerlos tuyos. La vida es pasajera, mi encomienda es tripular en tu vida.
La casualidad, los recuerdos de amor, la combinación que decida el corazón, todo es
complicidad, las noches son más ligeras, porque sé que ahora me esperas.
Yo espero que caigan las gafas, para mirar esos ojos que solamente tienes tú.
- Autor: Fernando? ( Offline)
- Publicado: 22 de mayo de 2020 a las 23:16
- Categoría: Amor
- Lecturas: 46
- Usuarios favoritos de este poema: AnnaSerena28, alicia perez hernandez
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