Y una lagrima mía entre tus dedos término.
Derrotado es que me siento, guarda las lágrimas que derramo.
Recuérdame ser humano, y dejar de llorar en mantos negros.
Soy vulnerable a la nada sumergible, simple vacío.
Hijo ingrato, indigno de felicidad y amistad, innoble traidor.
El frio de luces intermitentes, transmito, soy. Simple vacío.
Noches de autoflagelación, larga noche sin paz.
Guárdame estas lágrimas, dile a mi hermana que también lloro.
Cuéntale que soy alguien triste, y me avergüenzo de Esteban.
Regrésame esta lagrima en vida, sácame de mis mantos eternos.
El frio viento consolador mueve las estaciones, Estacionario.
Guárdame esta lagrima, y te rociara la buganvilia con todo su purpura.
El negro solo será silencio, y el silencio no me acobardará.
El hombre solo bajo la tierra cae en aceptación.
Miserable consuelo para los derrotados, en el humo me pierdo.
Infame epifanía, inefable fechoría. Vivir por vivir.
Sigo solo divagando, con el beneplácito de no sé quién.
-
Autor:
S Esteban Esquivel (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 23 de mayo de 2020 a las 23:35
- Comentario del autor sobre el poema: Fragmento final de un cuento dedicado a mi hermana. Poema de cierre. Una confesión liberadora, en mis peores momentos, momentos de desesperación, Esos que se curan con el amor de un abrazo, entre lagrimas que detienen el tiempo. Y que la amo.
- Categoría: Carta
- Lecturas: 31
Offline)
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.