Dicen que causa la muerte eterna
un regreso a la animalidad
que debería ser ilegal
pecado mortal, antinatural.
Pero el corazón manda
cual tierra lima, cielo limón
atracción sexual genética el sujeto
hacer el amor un predicado: incesto.
Incesto, te amo y qué.
Incesto, nuestra meta es ser feliz.
Vamos rompiendo el tabú
seamos libres tú y yo.
¿Qué importa si somos
como Cánace y Macareo?
¿Importa el primer, segundo,
tercer o cuarto grado?
Mejor mi misma sangre
amanecer, juegos y regazo
en vez de alguien ajeno
extraño a mis pasiones y sueños.
- Autor: Francisco VV ( Offline)
- Publicado: 26 de mayo de 2020 a las 11:29
- Comentario del autor sobre el poema: Cánace y Macareo, hermana y hermano, respectivamente. Hijos de Eolo, dios de los vientos. Desconocedores del tabú del incesto, se enamoraron y tuvieron una hija. Su padre, furioso, echó a su nieta a ser devorada por los perros, ordenó a su hija quitarse la vida con una espada, e intentó matar a su hijo, pero éste logró huir y refugiarse en el Santuario de Delfos donde se hizo sacerdote del dios Apolo.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 79
- Usuarios favoritos de este poema: Draven Noré
Comentarios2
Que inspiración de un tema difícil de abordar y comprender
Bien hecho
Un gusto leerte
Un tema muy complejo pero llevado de forma muy correcta. Saludos . Me ha gustado.
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