Mi obra pretende ser del mundo y de los que no cargan nada en los bolsillos, aquellos que buscan un poco de inspiración, de paz, de consuelo o de regocijo o de transporte a otros mundos idilicos que ayude a despegar los pies del letargo del pavimento.
Cuando sedienta mi alma,
vaya a buscar los placeres ocultos
de tus místicos confines
y mis dedos incautos se pierdan
en la inmensidad de tus llanuras, y suban
y rueden resbalando por las afiladas laderas
confundidos por tantas maravillas
embriagados por tan magníficos lugares...
...dejadles pasar a buscar aquellos tibios recodos
de dulces fragancias y fríos sudares.
Dejadlos adentrarse en aquel sitio sagrado, prohibido
de musgos frescos, regados por doquier
en una selva de finos contornos,
eróticos aromas y delgadas comisuras.
Permitidles explorar y has que se abran
ante mis dedos como pétalos suaves
los recintos sagrados de aquella tímida juventud
que te hace tan jovial y rebosante de aquello que llamamos
deseo.
Ayúdame a guiar estas mis manos
llenas de amor en cada toque
por esos senderos de perfectas cavidades
y elevadas cumbres.
Encaminadlos, enséñales el lenguaje de los cuerpos
cuando se aman, se estremecen y erizan;
Danzando en eternos vaivenes de sutiles caricias.
Deja también volar las tuyas y permitidles
llegar tiernamente sin temores ni recelo
a este cuerpo estremecido de locura.
Olvidemos el pudor y el tiempo
dejemos que discurra cuanto quiera
por encima nuestro sin tocarnos.
Disfruta de este espectáculo de desnudez
que el bosque con sus arbustos no puede encubrir
haciéndose cómplice de nuestros desesperados
movimientos.
Démosle alas a nuestras manos
permitiéndoles acariciar todos aquellos lugares
preciosos lugares de partes duras, erectas, llenas de esbeltez y armonía natural.
Llenas de vida y de rebozo
Bebed de la fuente de la vida
y deja que yo calme también mi sed
como el corzo que a beber se acerca
al fresco manantial.
Dame del dulce néctar que guardas
en las corolas que nacen allá arriba
en tus pechos erigidos al cielo
como montañas empinadas
sublime mujer!
Llevad mis ardorosas carnes hacía ti
y dejad que irremediablemente tu selva se funda con la mía
sucumba ante esta hoguera de verano deliciosa,
para finalmente escuchar solo el crepitar moribundo de tus huesos
calcinados en este fuego ardiente de pasión
y los sordos gemidos que se esfuman lentamente
en la inmensidad de la reinante soledad.
Ahora son fértiles tus tierras
y en ellas fructificarán lento,
poco a poco mis semillas
haciendo parte de esta nueva vida
que hemos creado aquí bajo los árboles
de esta hermosa sierra.
By George Estrada 29 Julio 2000
Santa Rosa de Cabal (R)
- Autor: by George Estrada (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 27 de mayo de 2020 a las 01:20
- Categoría: Erótico
- Lecturas: 86
- Usuarios favoritos de este poema: Jorge Horacio Richino, Nuria de espinosa, migreriana
Comentarios1
Es precioso igual que la imagen tan bonita. Un placer leerte. Abrazos
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