Ciego-labora

Al dejar mis primeros estudios universitarios, los cuales  no concluí por no verles ninguna otra salida más que profesional, buscaba cualquier trabajo para salir de la pobreza, mientras esperaba ver y conocer : un mundo inmenso lleno de riqueza. Entonces tenía buena vista  .  Encontraba rápidamente  trabajo para seguir adelante, pero no prosperaba. Iba de uno a otro empleo, sin adivinar que pronto iría  para atrás en todos los sectores donde trabajaba de forma temporal. Quedando desligados estos trabajos de una trayectoria. Formando episodios errantes personales. Capítulos de una vida somnolientos, sin capacidad de ensamblaje, ni lógica. Pensaba que cualquier empleo era suficiente para no acabar siendo pobre, y que con el tiempo lograría mis metas, sin que ninguna persona, ni circunstancias me alejara de ellas.

“ llegaría  mi momento en la vida” lo tenía claro en mi mente. Pero con el tiempo, estoy mucho más alejado de mis metas, quizás definitivamente desligado de ellas . Tanto, que no sé ni donde están. Ahora, el que me peguen por podar un árbol, o recoger estiércol,  me parece una dicha. El mundo se me ha hecho cada vez más pequeño. Y conforme veo menos, más oscuro. El espacio físico en que me muevo,  no es más grande que un pueblo que no me gusta,  cuyas gentes no comprendo, ni me interesan. Paso por su lado sin apenas saludar, a los que ayer llamaba amigos. Apenas reparo en  sus existencias,  encerrado mi pequeño mundo, ni los veo.  De la mayoría he oído por ellos mismos que están como yo, incluso peor. Aunque no  es asunto mío. Pese mis quejas de este lugar, no me voy de aquí. Creo que  lo que hay detrás, aún me parece peor para mí.  Desconozco   que tipo de personas  y sociedades puede haber detrás   de mi pueblo. Aunque presiento que largarse de aquí,  es lo mejor para cualquiera.  Las puertas del empleo las tengo abiertas. Solo tengo que salvar el primer obstáculo, que me acepten en una empresa. Entro a las oficinas de empleo de mi pueblo, como si fuera aquello una óptica donde me van a ayudar a ver los trabajos que yo no veo. Encuentro uno de peón agrícola. Voy con ella a la mesa de los funcionarios para que la gestionen.

Ellos son amables y me ayudan. Desde sus mesas, noto como acarician sus corbatas como si fueran un perro. Me  sonríen con seriedad. Creo que quieren ser amables para que me vaya lo más rápido posible.

Funcionario solicitando documentación para abrir el proceso selectivo de la oferta de empleo clavándome los ojos. Son grises y hacen juego con sus canas.

Su nombre y DNI, por favor-

Respondo.

Señor Kafka, número 33405…K.

El funcionario tras leer durante un minuto en la pantalla del ordenador mi historial laboral .

Señor Kafka,   tiene 42 años, y  lleva  varios meses sin trabajar, fuera del mercado laboral.. ¿ de verdad quiere usted inscribirse en una oferta de peón agrícola? Sino es por desilusionarle. Pero es que… el empleador va aponerle tres faltas nada más lea este currículo.

Pregunto y balbuceo, haciendo una pequeña defensa improvisada y atolondradam frente a la vergüenza que siento por mi fracaso personal ante ese señor, y los que escuchan nuestra conversación.

¿ Usted cree?- vera…el último año estuve trabajando de auxiliar de jardines para el ayuntamiento, y me saque varios certificados y carnets profesionales. ¿ No cuenta eso para nada?

El funcionario. Comprensivo con mis emociones. Sonriendo paciente y humanista.

Esos títulos de capacitaciones agrícolas, señor Kafka,  no valen nada. Como explicarlo… es mejor ni ponerlos en el currilum- La experiencia de haber trabajado para el ayuntamiento. Lo mismo.

Sin comprender le pregunto.

¿ por qué?

El funcionario, se abalanza un poco sobre la mesa confidencial, ahora no es como antes, cuando ha dicho casi gritando que llevaba meses sin trabajar,   haciéndose volver a una jovencita de la mesa de al lado que me ha mirado sonriendo como se hace a los perdedores a modo de consuelo.

Susurrando el funcionario y mirando que nadie le escuche.

Vera, señor Kafka… esos trabajos y esa formación  son subvencionadas. A los empresarios, no les gustan los trabajadores subvencionados por el estado. Los califica de gente a los que se les regala el sueldo. un empleador que lea un currículo donde ponga que ha trabajado de jardinero para un ayuntamiento, directamente lo elimina de candidato como si fuera una mala hierba. Su titulación y experiencia en un taller de empleo agrícola, eso no sirve. Es hacer trampa señor Kafka con otros candidatos, y competir deslealmete con la gente que se esfuerza en los Fp y las facultades arriesgando en su formación capital y tiempo.

Asombrado e inquieto miro al funcionario. Esta en juego mi autoestima y me  vuelvo a defender. Aunque  comprendiendo que tiene razón. Yo soy del mismo parecer.

Señor, comprendo su punto de vista. Ese trabajo es lo único que encontré el año pasado. Si es una desgracia. Y sentí vergüenza en ocasiones, pero   fue gracias a ustedes que pagaron toda la formación, y los sueldos, para que después pudiera encontrar trabajo en una empresa privada. Por eso he venido.

EL funcionario se cabrea.

¿ No me cree? Voy a inscribirle.  A mi no me cuesta nada. Solo lo hacia por usted.

Teclea unos segundos. con satisfacción me mira serio cuando termina, gira el monitor de la pantalla aplastándome en el debate.

Funcionario, tono de voz agrio.

Observe.

Observo.-

tengo tres faltas rojas donde pone claramente ante mi demanda.

No tiene usted titulación.

No tiene usted experiencia

No está capacitado para el puesto de peón agrícola.

Comprendo mi penosa situación en medio de la oficina de empleo. Empiezo a sudar, la cabeza me da vueltas. Todo se va volviendo blanco mientas pierdo el conocimiento unos segundos. Salgo de este estado con un zumbido en los oídos. Paralizado en el asiento, sin saber que decir, a modo de suplica, le ruego por alguna solución con la mirada. El funcionario me comprende.

No se preocupe, señor Kafka, no es el fin del mundo. Vamos  a hacer lo siguiente. Voy a mejorar su currículo si me autoriza, para que tenga mejores oportunidades laborales. ¿ me permite?

Con un ademán de la cabeza le permito, mientras él me va contando lo que está haciendo.

Le estoy borrando el año de experiencia  laboral en su currículo de jardinero para el ayuntamiento a través de un taller de empleo. Dice poco de usted. Le da un perfil de trabajador necesitado, y eso no lo queremos.

También voy a quitarle el carnet de fitosanitarios que le dimos, para que se lo vuelva a sacar por una empresa privada. Los certificados de profesionalidad  de instalador de zonas verdes, mantenimientos de jardines, los eliminamos. Así como las titulaciones  viverismo. Todo  vienen de formación subvencionada, los regalan sin esfuerzo del participante. Toda esta formación para un empleador es enojosa. Quitándole todo esto, su currículo queda mejor. ¿ necesita algo más?

Sin olvidar el objetivo que me ha traído a la oficina de empleo.

Hombre, ya que estoy aquí. Si hay alguna oferta  de empleo ahora que tengo mejor currículo , me podría inscribir.

El funcionario mira mi nueva hoja de datos introducida en el servicio estatal de empleo.

Señor kafka, tiene usted poca formación. Muchos trabajos temporales y dispersos. Pero algo hay para alguien de su perfil. No se si le han informado. Hay una modalidad de talleres de empleo, ideales para usted que gestionamos desde las oficinas estatales de empleo. Se aprende un oficio trabajando. Incluso se paga un sueldo, y se le da la formación teórica sobre el mismo. Al cabo de un año sale con certificados de profesionalidad, equivalentes a un FP medio.  Tenemos uno de jardinería.

¿ le apunto?

Sin decidirme, inseguro ante la oferta, le pregunto antes de comprometerme en algo que no pueda garantizar que  yo pueda realizar por falta de habilidad.

¿ y  es muy difícil el nivel de estudios, y la dificultad en la tarea?

El funcionario.

Es como todo en la vida. Hay gente que no se lo saca, y otros que lo consiguen.   usted es bachiller, yo creo que si será capaz si se esfuerza. En cuanto a las tareas, ¿ sabe sujetar un rastrillo y manejar una escoba?  ¿ le apunto?

Ayudado por la confianza que ha puesto el  funcionario sobre mi.

Apúnteme, a ver si tengo suerte y me seleccionan en un taller de empleo.

Levantándome me despido mientras otra persona ocupa mi puesto con una oferta entre sus manos  que le muestra al funcionario.

Angelillo de Uixó.