FANTASÍA

Creí estar viviendo un sueño al verte llegar,

no sé qué pasaba por mi mente, pero volaba.

Te tenía cerca, te sentía; 

era increíble.

Hace un segundo estabas a varios metros,

ahora el viento, ondea tu cabello brillante y negro;

y tus ojos penetrantes de un oscuro intenso,

se fijan en mí, como enojados;

pero tus labios, tan rosáceos y delicados,

entreabiertos como susurrando, dios sabe qué;

me llaman en mi sueño, para ser besados.

Resbalo por tu cuello, es fino y delgado,

me provoca un pequeño mordisco en un costado.

y bajo por él, hasta un incierto lugar, que de lejos, 

me provoca tanto. 

Ya estoy ahí,

curvilíneos,  tiernos, rosados  

y sutiles como la seda,

esperados desde hace mucho,

me esperan para retozar a mi manera,

para acariciar sin prejuicios y sin rezago;

pero sigo, 

sigo bajando y mi vuelo se hace eterno.

Tu abdomen ligeramente plano,

es la llanura que me conforta y me siento libre,

puedo correr y gritar, dar botes y saltar;

soy libre y estoy contigo.

Antes de llegar a donde siento miedo, 

por el respeto que le tengo...

¿Por qué habría de sentirlo?, ¡es parte de mi sueño!

Llego ahí, es cálido y relajante como el terciopelo,

¡Me quedo!

Es fascinante descubrir tu secreto,

en medio de tus pétalos; 

es ahora este lugar, el altar de mi devoción

que me hace arder de pasión por tí.

¡Me quedaré!

Jugaré entre el claroscuro de tu piel

y andaré como errante por tu cuerpo,

día y noche; 

mientras tú me lo permitas y mi sueño perdure.

¡Hola!, te escuché decir.

Salté del susto sin responder

y no tuve más opción que sonreír.

Me descubriste mirándote,

por largo tiempo de mi fantasía. 

Ahora sabes mi secreto y yo creí saber el tuyo. 

¡Qué ironía!

Aunque fuese un sueño,

fue encantador imaginarte

y perderme en tí.

Espero mañana al verte llegar,

que mi mente de nuevo,

por cada espacio de tu cuerpo, 

en una nueva aventura, pueda volar…

con la ilusión de que fuese cierto.   

Nathair