Tocarte con mis manos, esculpirte como a un dios;
puede ser que tu frenetismo sea eterno
el mundo está relajado y yo estoy atenta; respirando.
En el hueco que se crea quiero que seas manso.
Sal a la calle que está lloviendo y es alegre
mojado envuelto en calma el cielo es un remanso,
refléjate en cristales afilados enseñando los colmillos
por si surge algún imprevisto, preparado por si acaso.
No hay ninguna razón, y ahora te encuentras perdido
los ojos se llenan de miedo, se acelera súbitamente el pecho
escapándose último aliento, la historia morirá en el olvido.
mi cuerpo agoniza sus últimos latidos herido y maltrecho,
tengo la vida colgando y el corazón todo deshecho.
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