…Y Vino de Asís
Siento en el alma la herida felina que a muerte llamó
Padecida por aquella avecilla, ser que siempre me amó.
Alegraba mi existencia con verdes caricias de voz,
Semejanzas que a ciertas criaturas ofrenda la gracia de Dios.
Dialogaba verbos con cualquier querubín
Preferencias menudas a su natural amor serafín
Y en cada mañana bendecía un ¡hola! de anís
Que aun triste resuena ese don venido de Asís.
Adiós mi lorito, chueco, desplumado y picotón…
¡Adiós! Margarito, del rico y oportuno lexicón.
Dejaste la duda si volviste al pesebre de Jesús
O al universo bondad de Emaús.
¡Cuánta tristeza yo soy!
Me ahoga el dolor de no saber dónde estoy!
Mis lágrimas inocuas, silentes, se deslizan frecuentes:
-Pido santo perdón al vero sufrir de pobres dolientes.
- Autor: Charo. (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 30 de mayo de 2020 a las 10:07
- Comentario del autor sobre el poema: El arribo hacia una conclusión, la del polivitalismo: la Vida es una aunque mil sean sus apariencias....y por ende sus ondas existenciales, es posible, se leen en afinidades de los aparentemente distintos.Generan, por ejemplo, actos de amores recìprocos.Y es Ley universal que aun no hemos podido a todas descifrarlas para llegar a la gran Unidad rectora de lo vivo. Desde el ser mìnimo al mayùsculo.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 16
Comentarios4
Lamentarse por la muerte de un periquito y al mismo tiempo tener presente el verdadero sufrimiento de personas.
Genial poema!!!
Gracias Rafael por haber interpretado mi dual confusiòn en sintonìa. Cordialmente!.
Gracias por compartir su excelente obra. Saludos fraternos
El agradecido soy yo...que Ud. destinò un minuto de su vida concatenada a este placer vital que la escritura convoca.Cordialmente desde mi Uruguay.
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