Allí estaba, veloz como un fantasma,
atravesando la extensa llanura gris,
lúgubre, y densa como niebla embrujada,
mucho más allá de la noche.
Los dioses ya la habían visto.
Con un soplo veloz como estrella fugaz,
la llevaron a su destino presuroso,
sin el más mínimo esfuerzo.
Era inevitable aquel infortunio final.
Un grito alado y desgarrador se apagó,
un silencio profundo en un abismo hundido,
y el tiempo se la llevo para siempre;
aquella pena, había terminado finalmente su tormento.
- Autor: Kinmaya ( Offline)
- Publicado: 31 de mayo de 2020 a las 14:03
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 57
- Usuarios favoritos de este poema: Yamila Valenzuela, JoseAn100, pani, india poeta, Anton C. Faya, Ruth González Galindo, Aqua Marina, DFV, alicia perez hernandez, Johanny de Jesus, •SuohKi.
Comentarios2
A VECES LA ÚNICA RESPUESTA ES CAER EN UN ABISMO Y DEJAR DE PACER.
SALUDOS Y ABRAZOS , KIN
Amiga...gracias, muchas gracias.
Saludos gigantes.
Un grito alado y desgarrador se apagó,
un silencio profundo en un abismo hundido,
y el tiempo se la llevo... Simplemente genial. Felicidades
Gracias amigo por valorar este sentr...gracias.
Abrazo para ti.
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