El mundo gracias a Dios no es perfecto Una niña de tres años sufre cáncer Un ateo por serlo va a la cárcel Hay una gran mortandad causada por un virus secreto En la iglesia querían todo tipo de voces Algunas difíciles de encontrar como las angelicales Recurrieron a los castrados nada marciales Ahora no hay un solo diós sino muchos dioses El ser humano ante tanta grandeza Necesita creer en algo superior Supera a su inteligencia con amor Para ahora disfrutar de tanta belleza Obligatorio debería ser el esperanto Para entenderse basta con un idioma En tus cálidas palabras el amor asoma Y podemos vivir en paz y sin espanto
- Autor: argantonio ( Offline)
- Publicado: 1 de junio de 2020 a las 06:40
- Comentario del autor sobre el poema: Ante tantos niños que mueren antes de haber empezado a vivir, me pregunto si Dios existe por qué no hace para parar esta inútil mortandad. Es triste que estas criaturas se vayan sin decir adiós. Saludos y feliz semana
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 31
Comentarios5
Los causantes de tanta mortandad infantil suelen ser personas muy creyentes y matan en nombre del Altísimo, quizá está demasiado alto y no ve nada, viva la vida
Augusto Cuerva, un hombre castrado como tantos fueron sometidos a esta salvaje operación para que tuvieran una voz que no fuera ni masculina ni femenina y cantaran en las famosas catedrales, hubo uno tan famoso que cantó para los templos famosos de España. Saludos y poco calor
Augusto Cuerva, el más famoso de los llamados castrati o castrados era Farinelli anduvo por famosos templos en Italia y España, saludos
Tenía una amiga auxiliar de enfermería en Oncología Infantil de un hospital cercano, desgraciadamente esta mujer murió, pero gracias al cariño que sentía por los niños enfermos, a uno de ellos que era de un pueblo algo lejano y además de familia pobre apenas se movía del hospital, pero aquel día de verano lo llevamos de paseo, yo hacía mucho tiempo que no veía una corrida de toros, pero aquel día entramos en la plaza, y el chiquillo gritó olé, olé, muchas veces tal era la alegría de respirar el aire libre. Nunca olvidaré ni al niño ni a la enfermera
Quizás la iglesia al mismo tiempo que quería voces angelicales para sus ritos, si los cantores estaban castrados estarían libres del pecado carnal, amén
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.