En los arpegios de una guitarra criolla,
repicando alegres compases y,
con la percusión del cajón peruano,
Golpe a golpe tu nombre evoco.
En cualquier bar de tus veredas virreinales,
tomo un par de copas de pisco acholado,
Sangre y estirpe de la buena uva, que
Al pasar por mi garganta, preguntan por ti.
Pisco, que generosas las parras donan,
De sabor puro y cuerpo indomable, en los
asoleados valles de Ica, para alegrar
el espíritu y doblegar las penas.
Por ti preguntan mi Lima antigua, de calles
y balcones coloniales, por tus calles
empedradas y las calesitas haladas por
blancos caballos, aquellas que ya no se ven.
Yo no sé qué responder, sorbo otra copa,
Me entono y pido me toquen un vals
De aquellos, de cuando tú eras, Lima:
“La ciudad de los reyes, ciudad jardín”
Delalma
31/05/2020
- Autor: Delalma (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 1 de junio de 2020 a las 12:56
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 38
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.