Apoyada en la farola
de aquella esquina perdida,
cada tarde esperaba cualquier detalle
indiscreto,
algún gesto perceptible que la hiciera
despertar del calvario silencioso
que llevaba en su mirada.
Sus fríos ojos cansados, llorosos,
heridos, desiertos de claridades,
se humillan debajo de la farola;
contemplando las desidias, las penas
de su compleja realidad.
Todo regresa y se oculta.
Todo cambia de lugar,
mas en el fondo de su alma
es lamento natural...
Fríos ojos, que en la tarde de la vida
necesitan del cariño,
un poquito de ternura, una caricia
oportuna,
una mano extendida para volver a vivir.
Seguirá alli plantada debajo de la farola,
con su rostro demacrado,
sus labios rojos del frío;
esperando una sonrisa,
una palabra de alivio,
el calor de un transeúnte...
- Autor: SIBONEY (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 1 de junio de 2020 a las 13:57
- Comentario del autor sobre el poema: Lo que cuesta respirar, estar,en el vivir de cada día...
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 79
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri, Menesteo, alicia perez hernandez, José López Moreno.
Comentarios2
Muy linda pintura de la soledad de una mujer de la calle...si no entendí mal
Muchas gracias por tus palabras. La vida en ocasiones es muy dura para algunos. A veces con una simple mirada de ternura o una palabra de aliento podemos cambiar ese momento negativo, de auténtica soledad de la otra persona. Cuídate mucho y gracias...
Gracias otra vez por seguir leyendo a este pobre poeta. A mi amigo Lualpri. A Menesteo. A Alicia Pérez Hdez. A J.L. Moreno. A Pablo Delgado y a los demás. Gracias de corazón. Para mí es muy, muy importante. Rezo por vosotros. Salud...
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