Cuando estaba muerta
Deambular sin rumbo es una locura,
algo sin sentido, un destino vacío.
La luz de la luna alumbra la nada,
el sol no calienta, la lluvia no empapa.
El sonido profundo del triste silencio,
aturde la mente, nubla el pensamiento.
Las pupilas fijas, la mirada muerta,
la herida profunda rasgando tristeza
y en los pulmones el aire se espesa.
Mi sonrisa no era señal de vida,
recuerdo el palpitar de la agonía.
¿Recuerdas que estaba muerta?
¿Recuerdas eso? ¿...que yo no vivía?
Antes de hundirme en los mares
todo era difícil… tan complicado…
Y luego tú me sacaste brindado tu mano
con tu abrazo completo volví a la vida,
Por un momento todo fue tan claro,
como si el agua todo lo hubiera lavado
¿recuerdas eso? … también yo
Hoy que tu abrazo no entibia,
hoy que no duermes a mi lado,
me has puesto un corazón ,
gracias por ese regalo.
A.B.A 2018 ©
Amalia Beatriz Arzac
Buenos Aires Argentina
- Autor: Amalia Beatriz Arzac ( Offline)
- Publicado: 2 de junio de 2020 a las 12:43
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 81
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri, Luis Alberto R, Vogelfrei
Comentarios2
Hermoso regalo estimada Beatriz. Me encanta tus versos. Un gusto leerte. Felicidades.
Gracias Mariela por detenerte a leer os letras. Gracias por tu tiempo y ti comentario. Un abrazo en las letras
Precioso poema. Me deleité en el transcurso del discurso a un amor que salvó y se fué. Y dejó un corazón que siente. Saludos. Amalia.
Gracias Luis Alberto. Por comentar mis letras y por tu tiempo al leerme. Abrazo en las letras
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