Confundiendo todo
lechos vacíos de lodo
pertinaces elementos borrosos
que constituyen su afán heroico.
Lechugas, hambre, y vuelta a empezar.
Entre trigales mortecinos la savia
brota con su esplendor habitual.
Milicias abotonadas con regulares pañuelos,
preparan sus acantilados para una acometida,
y en las parcelas obligadas, nacen niños sometidos.
Militares que confunden su afán vespertino:
sombras ejecutadas que penden de hilos magnéticos,
su propia autosuficiencia reclama un perdón inexistente,
búsqueda de rayos para los paraguas emergentes.
Confundiendo todo, barros y aguas y ese interruptor
que varía en función
de la soledad de cada dormitorio.
©
- Autor: Ben-. ( Offline)
- Publicado: 4 de junio de 2020 a las 01:56
- Categoría: Surrealista
- Lecturas: 30
- Usuarios favoritos de este poema: AZULNOCHE, Jorge Horacio Richino, Lualpri
Comentarios1
...Un interruptor que apaga la luz artificial, para abrazar la luz natural del día.
Y un interruptor mental que apagado cesa el ruido y hallamos esa paz que nos habita, tan necesaria.
Un saludo
Es así como dices, Azul, un abrazo y gracias-.
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