Me obligaron mil veces,
me obligaron a negar mi voz gruesa,
me obligaron a negar mi piel.
Me obligaron mil veces,
me obligaron a no ser yo.
Me mire al espejo
y mire mi boca,
rotundamente grande.
Y mi nariz.. rotundamente ancha,
y mi piel
hermosamente negra.
Pero, me obligaron mil veces
me obligaron a olvidar,
me obligaron a callar,
me obligaron a negar mi historia.
Hoy decidí no ceder,
no callar
no temer
no llorar.
Hoy decidí aceptarme.
Valiosa y orgullosa,
valiosamente hermosa,
orgullosamente negra.
- Autor: Davielis Palacios (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 4 de junio de 2020 a las 08:33
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 33
- Usuarios favoritos de este poema: Johanny de Jesus
Comentarios1
Todos somos iguales ante Dios. Haces un esbozo poético muy interesante. El color de la piel no nos hace diferentes. Felicidades amiga.
Por cierto bienvenida al portal.
Johanny, muchisimas gracias por leerlo. El color de piel no es importante, importa quiénes somos como seres humanos pero es importante gritar y protestar con arte.
Gracias, un saludo.
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