No eres mía,
eres simplemente un paraíso que Dios puso en mi camino,
un manantial que refresca el amor mío,
una sensación de paz que se entrevera con el alma,
una rosa que germina cuando pienso que hay desierto.
Mas te pido que me beses,
una vez,
dos veces,
muchas veces,
hasta no poder contar la suma de tus besos conjugados con los míos
y te siento,
en cada momento,
cuan perla escondida en el fondo del mar,
te descubro como el más preciado tesoro.
No eres mía,
eres del tiempo,
bajada del cielo para llenarme todo,
eres frondosa,
de cabellera ondulada,
como eco en mi mirada,
¡Oh! Cuándo te quedaste,
como motor de mis latidos,
incesante y constante.
No eres mía
¡Soy tuyo!
A ti te pertenezco,
como punto fijo en el universo,
mi rotación es para ti,
comparada con estrellas,
con regalos y azucenas,
me debo a tus designios y a tu lago de cariño,
soy tuyo, siempre tuyo,
como prometió el mar una noche a la luna llena.
Cuando le cantó una canción de amor.
Ricardo Felipe
El último bardo
- Autor: ricardo felipe (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 4 de junio de 2020 a las 19:49
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 31
Comentarios1
Una maravilla... Que hermoso
Gracias
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