Caballos de sangre a veces veo,
infinitas veces me he caído,
yo diría que nací ya maniatado,
y toda mi vida contra ello he luchado.
Caballos de sangre a veces veo,
siempre en el miedo he pensado,
y la liturgia previa a la lucha la he sufrido,
sin embargo, ante ella, nunca he decepcionado.
Caballos de sangre a veces veo,
moribundas risas que me reclaman,
enemigos que me apremian y acechan,
y yo con un mísero agujero en mi yelmo.
A veces.. daría mi vida por una espada,
por una y futura esperanza,
por la creación de una fuerza,
Que me lleve a una mayor cima.
La ambición, la lucha conmigo mismo,
siempre está, la recóndita esperanza,
de ser más justamente reconocido,
y galopar, arrasar la defensa de mi enemigo
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Autor:
Josean100 (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 7 de junio de 2020 a las 06:11
- Comentario del autor sobre el poema: Hay que confiar en uno mismo y seguir para adelante aunque a veces tengamos un yelmo con un agujero. Buen día a todos.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 39
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z., Jorge Horacio Richino, Freddy Kalvo, kavanarudén, Solasdelval, Yamila Valenzuela, María C., David Arthur
Offline)
Comentarios6
Esta lleno de ánimo y lucha ante la adversidad. Es bueno saber que nuestro yelmo tiene un agujero, para no dormirse en ficticios laureles.
Los héroes siempre son reconocidos.
Me gusta. Un abrazo
Gracias. Me alegro que te gustará, amigo Un abrazo.
Gracias Sami. Tu también.
Existiendo voy pensando
y pensando voy muriendo;
paso a paso existiendo
y existiendo voy muriendo.
Dejo para ti un silogismo aristotélico que provocaron la lectura de vuestros versos estimado JoseAn100.
Abrazos fraternales.
Gracias, me gustó el silogismo aristotélico.
Delicado y hermoso sentir amigo poeta.....
Existencial y profundo.
Siempre un placer leerte.
Kavi
Gracias Kavi. Buen Domingo.
Mucha fuerza has versado poeta.
Buena semana te deseo.
...con un mísero agujero en mi yelmo.........buena metáfara.
A veces nos parece que todo esta en contra , pero en realidad el ánimo y la fe en uno mismo son nuestras armas en la vida.
Muy buen poema José Ángel.
Un abrazo amigo,
David
Gracias amigo David. Un abrazo.
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