Tenían tus hombros la ciencia del color
y la propiedad de un deseo considerado.
Había en ellos un descalabro húmedo
y una fatiga por llegar a un puerto.
Resbalaban por el desamparo de la intención
viejos besos que ya conoces.
Vitales formas de un deseo donde se cansan
los viejos labios de labios viejos que ya distingues.
En una servilleta de azufre y agua consumida
guardé tu nombre y el sonido olvidado
y mojado, de una ceniza que tiene colores ensimismados.
En ella apunté cada latido de tus palabras
y cada beso que es naufragio de refugios que quieren recogerte.
En esa misma servilleta escribí invencibles palabras
que son verbos o perturbadas intenciones.
O aguas secas de un contenido rio
que se ríe de las cascadas de su cauce.
Te amo desde los pies hasta el nombre olvidado de tu pelo.
Desde las uñas de tu andar hasta la region
de las cantidades olvidadas del desamor.
Desde lo diurno de tus jardines
hasta la ultima luz de una marchita flor de tus ojos.
Y considero la impronta de tu entrega
como un regalo de cárceles abiertas que desprecian
a este delincuente de botellas contenidas con cascaras de mírame.
Paso las noches como fronteras de arco iris
que me rompen los sueños de no tenerte.
Me caen pétalos, hojas,
semillas con tu nombre y...no florecen.
Me canso de escribirte y se agotan los diccionarios.
Y hay corredores entre mis dedos y deseos en mis manos
que aprietan la forma lejana de tenerte
y hay entre ellos la madera y la atmósfera
de un soplido, solamente un vaho de oxigeno
que haría ruido tremendo al verbo querer.
- Autor: susoermida ( Offline)
- Publicado: 7 de junio de 2020 a las 09:56
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 9
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