He sido. Soy.
Un ser en medio del más popular capricho humano, ese en el que la vida misma es un mero escalón a lo infinito; un tiempo de goce del poder arrebatado; la libertad encadenada para emular a unos pocos que implantan el éxito como la felicidad de comprar juguetes caros.
He sido. Soy.
Un ser entre el ruido constante de la voz modulable y manipulada de profetas que gobiernan los espíritus que mandan, y que sueñan que el humano será pleno cuando muera en esta tierra y sea juzgado.
Hay tantos, demasiados, ilusionados con esta manida disculpa de perdonar tantos abusos: la promesa de ser inmortales y en justicia satisfecha.
Y yo, en mi rebeldía a no saltar junto con el rebaño he aceptado mi desplome necesario entre La Nada,
Y aquí, puesto en el borde del abismo pienso en lo que infieren mis sentidos de mi camino realizado entre el asombro.
Somos, a pesar de haber sido casi imposibles, inevitables. Cosas del caos.
Transcurrimos, a pesar de ser milagro de lo infinito, temporales. Cosas de la entropía.
Tenemos el indispensable albergue hermoso de un planeta frágil y sensible, que prodiga y que permite, hijo de la Naturaleza que es causa cruda y va caminando sola. Antes de nosotros ella estaba y no nos necesita. La virtud, el bienestar, la libertad y la justicia son cosa humana, al universo no le importa: lo subjetivo vivirá mientras nosotros.
Si La Vida no es humanamente digna sin La Muerte, la Humanidad se suicidará muy pronto tras la mentira de un océano feliz, saltando a las sobras rudas e inocentes de una estrella. Sin testigos, sin un duelo, sin siquiera una lápida que importe. Se habrá extinguido otro accidente hermoso del echar a andar de Dios al universo.
#LuisAlbertoR
(Fotografía de Leila Amat)
- Autor: Luis Alberto (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 7 de junio de 2020 a las 16:04
- Comentario del autor sobre el poema: La impunidad de la destrucción y todo tipo de criminalidad que arrasa con crueldad. Y La Justicia, inventada por el Hombre, no se cumple o se ignora o se viola. A veces en nombre de Dios o de un orden ideológico que mantiene un stato quo de las clases favorecidas. Las "gentes de bien" o los emergentes de cualquier tipo. Y todo se arrasa. Y ante esto, todos claman la justicia del más allá. Y el mundo, entretanto, se suicida confiado en que todo se compone tras la muerte.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 19
- Usuarios favoritos de este poema: Paolo Gil Euceda
Comentarios2
Somos, a pesar de haber sido casi imposibles, inevitables. Cosas del caos.
Transcurrimos, a pesar de ser milagro de lo infinito, temporales. Cosas de la entropía. Maravillosa reflexión, reflexionada muy a menudo, en mis momentos de soledad.
Gracias, Telesita. Me encanta resonar contigo en eso.
Profunda y conseguida reflexión. Un grato placer leerla.
Muchas gracias por tu comentario y tu concepto, Paolo. Saludos.
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