RICTUS DESAMOROSO
Mi realidad de ahora es nuestro mundo
desparramado en polvo de universo,
tiene ese vagaroso andar
de un arriero de la orfandad
después de un gesto sísmico.
Me acuerdo de la luna y sus consortes
dramatizando nuestros sortilegios infantiles,
la llorecida cena con su rito estulto,
las gentes que sin santiguarse
correteaban al “tú la llevas” pisoteando
la noche.
Mi realidad de ahora es
un azulejo que revolotea por mi frente;
yo, de bruces en mi costado,
encantando sonrío al aguacero que se aviene.
He dejado de amar.
Cuánto habré amado hasta que de improviso
me irrumpe confusión de gentes azulejas que
arriando van por el camino de la vida,
mis pensamientos tractorando día tras noche,
cosquilleándome por mi frente y mi costado,
sin fe que en santiguarse pruebe
la voluntad del alma de las cosas.
Cuánto habré amado, que no es cierto
que mis penas van tras el azulejo
tejiendo su abandono en sórdida covacha, ellas
son gentes que no sienten, no lo saben,
tal vez porque de tan niño se abandonaron
sin calcular a cuánto ascendería
el amor que perdían.
Soy mi único consuelo de infinito,
mi realidad es indagar la realidad
de los tiempos,
sea en el límite de nuestra vida,
sea en el egoísmo trascendente
del visionario en todos los procesos.
Soy mi sonido a madrugada,
mi olor y colorido a madrugada,
y tomar a mi muerte de engreída,
desposarla, es mi única opción de ser valiente…
- Respondes que no es nada? Y esas lágrimas?
- Es el polvo que el viento trae a mis ojos.
Oh, mi consuelo de infinito este poder
escribir cosas / si no hay otra alternativa /
sean tortura subyugante, o energía liberadora!
Preguntaba Fabio, de acá a varias edades,
qué vendría a ser del arriero vagaroso
si lluvia chapucera le sorprendiera
sin alma y sin calor, vacío de nada?
Fabio sólo se contentaba
con la respuesta de sus sortilegios infantiles,
y me invitaba ver pasar
cómo entre lunas y estaciones
el solano arrancaba de los tiempos
sus soledades enquistadas en la flor
de nuestros amaneceres.
Mi realidad me hace pensar bandidamente
sobre una doble flecha del camino:
“será lo que es” “esa razón de lo que somos”,
y en ambas caras me sorprende el buen humor.
Ha valido la pena vivir.
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Autor:
Jehudymar (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 8 de junio de 2020 a las 12:45
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 54
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