...Pensando en los días pasados contigo,
me abandonan los ánimos y me invaden
las ánimas de mis sueños malogrados.
Vienen clamando por su vida.
Por que tan vívidos fueron, que no se contentan
con haber existido sólo en mi mente y en mi corazón;
en nuestros planes, o en una ilusión.
Ignoran que lo único vivo en mí es tu recuerdo y tu agobiante ausencia...
En uno de esos sueños, tus ojos profundos,
tu voz amada y serena, revelaron promesas maravillosas
que hicieron levantar un castillo claro y diáfano,
luminoso y fulgurante, en el que, desde entonces y para siempre,
me guarezco de la lluvia lacerante que brota de mis ojos.
En éstos convergen mar y cascadas; lagos y ríos;
soledad y añoranza; desesperanza y muerte.
A ese mismo sitio, a mi castillo,vienes también a reposar.
Apacible, perpetuo, sosegado y etéreo, vives como siempre te quise,
feliz y pleno; contento y mío, eternamente entre mis sueños y la niebla que me ciega;
que ensordece mi consciencia, que marea mis sentidos, que me deja exhausta,
incapaz de sonreír, pesarosa y absorta, pensando en los días pasados contigo..
A mi amado novio, fenecido. ♥
Comentarios3
Todo es perfecto.
Todo es bonito.
Gracias infinitas por tanta belleza, querida Esmeralda.
Se muy feliz!
Cuídate mucho!
y tú como siempre tan amable y generoso. Gracias Lualpri. ♥
Definición preciosa de como el amor se impregna y no desaparece de nuestro ser.
Gracias Esmeralda.
Gracias a ti Jose, siempre tan inspirado en tus comentarios. 😉
Un poema de esos que no sacan lágrimas, si no, una lluvia de palpitaciones apremiantes, que nos mojan con sus gotas cristalinas que tienen sabor a pasión, y recorre las venas con tempestades llenas de fervor epicúreo. Mis felicitaciones sublime poetisa. Cariñoso saludo.
Que hermoso comentario, parece un poema en sí....muchas gracias Rafael...
☺
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