Volamos tomados de las manos,
Viajamos en una línea delgada;
Miramos el esplendor de nuestros destinos.
¡Engañados!
Escuchamos nuestros sueños, pero miramos tragedias.
Ícaro tus alas se queman;
Tu belleza se hunde en las agitadas olas,
Olas compuestas por lágrimas.
Florece tu belleza,
Porta tu luz de tus miradas,
Ahoga tus gritos en tus propias lágrimas,
Escúchate y mírate.
Vuela en tu propio arco iris.
Sangra y deja vivir.
- Autor: Alejandro Portillo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 10 de junio de 2020 a las 22:28
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 48
- Usuarios favoritos de este poema: ann adler, Yolanda Barry
Comentarios3
Te toca el alma, muy bueno!
Que gusto encontrarte aquí
m"jito lindo.
Nunca dejes de volar,
el sol no derretirá tus alas,
es tiempo de soñar,
es tiempo de alimentar el alma...
mira el mar desde los cielos,
toda la inmensidad es tuya,,
llena tu corazón de anhelos,
y tus alas no se perderán.
Nunca dejes de volar...
yo te miraré expectante,
recuerda que por siempre
está mi amor por delante.
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