Del aire y de la rama
En esta vaguedad el tedio mueve rostros.
Sin embargo, estamos mortalmente vivos,
aplazando una asfixia cotidiana.
¿A quién engaña este cielo,
este mar, estas flores, el abismo del sueño,
estos niños riendo en los parques?
¿De qué sirven veleros, pájaros dormidos,
faros en islas de ultramar?
Estamos rodeados de espejismos, de exilios.
Intentamos recobrar arquetipos,
ciertas hechicerías, manos filiales,
la aureola en la palabra del padre.
Lo fortuito es parte del destino, del rito.
Lecho y esperanza son formas del engaño.
La agonía llega desde lo banal, desalentada.
Nos resta un gesto para el silencio.
Carlos Penelas
- Autor: carlos penelas ( Offline)
- Publicado: 13 de junio de 2020 a las 17:28
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 20
- Usuarios favoritos de este poema: JesusMangas, Johanny de Jesus
Comentarios2
Hay varios poemas pero no los encuentro juntos. Si pueden, por favor, es preferible crear los siete u ocho en una página. Gracias.
"sin embargo, estamos mortalmente vivos"
Que bello retruécano.
Gracias.
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