¿Qué recuerdos guardará?
¿Cuántos secretos esconderá?
La casona blanca a orillas del pueblo
lleva varios años abandonada.
Dicen las malas lenguas
que a principios del siglo pasado
un militar malvado y sin corazón
en ella vivió, haciendo de las suyas.
En voz baja, casi en susurros,
una ancianita cuenta que a ese hombre
le gustaba casarse con mujeres bellas,
para después, tristemente, enviudar.
Otra, que viste siempre de negro,
comenta que en las noches
el campo se estremecía bajo relámpagos,
al escuchar los gritos que de ella salían.
"Virgen Santísima", exclama una joven,
al escuchar más historias terribles.
Decían que aquel reconocido coronel
pronto se aburría de sus esposas...
Que disfruta golpeándolas con saña
hasta escuchar el último de sus quejidos,
acompañado del suspiro final que daban
al entregar su alma a la parca.
"¿Después volvía a casarse?",
preguntó una mujer persignándose.
"Claro. Solo con hermosas mujeres",
intervino un hombre de pelo blanco.
"Hasta el día que sucedió aquello",
dijo la ancianita bajando, aún más, la voz.
"Una noche antes de su última boda,
acostado, trataba de conciliar el sueño...
"Entonces escuchó pasos acercándose.
Se levantó a investigar quién había entrado.
¡Palideció al ver a todas las difuntas
buscando, amenazantes, acercarse a él.
"Sus gritos se escucharon hasta el pueblo
más nadie fue capaz de ir a ayudarlo.
Por la mañana lo encontraron en su cama
arañado, golpeado, mordido y muerto".
Eso es lo que cuentan sobre esta casa;
no sé si será verdad o solo un invento,
pero ahora que he escuchado a los vecinos,
ya no me interesa saber más de ella.
Anna Gutiérrez.
- Autor: Anna Gutiérrez. (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 14 de junio de 2020 a las 01:17
- Categoría: Cuento
- Lecturas: 21
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri, Willie Moreno, alicia perez hernandez, Anton C. Faya, Jorge Horacio Richino
Comentarios4
Vaya Anna, atrévase
y entre a la misma casona,
así podremos saber
si fue real o fue broma...
La historia que aquí narró
con cierta veracidad,
porque tal vez él dejó
las pruebas de su pasar.
Cuando la luna sea llena,
de manera sigilosa
y con la luz de una vela
penetre de forma airosa.
Si se encuentra algún fantasma
que la pretenda asustar,
préndale fuego a la sábana
que así lo habrá de auyentar.
Pero vaya, no sea mala,
no nos deje con la intriga.
Los muertos ya no hacen nada.
Se lo juro... no es mentira!
Espero aquí a la distancia
su pronta contestación,
querida poetisa Anna...
Entre sola y sin temor!
Buen domingo.
Luis
Muy buena respuesta, Luis. Me encantó. Gracias por leerme siempre. Y no, no me atrevo a ir. No creo en fantasmas, pero sí me da cosita ir a lugares de ese tipo. Saludos y feliz noche.
Quedaremos con la intriga
porque usted no quiere ir...
Le da cosita, mi amiga?
Sabe... me ha hecho reír!
Buenas noches.
Quien a hierro mata a hierro muere.Una leyenda que hace justicia y que "ya no nos interesa saber más de ella".
Gracias Anna.
Gracias a ti por leer y comentar. Saludos.
UYY QUÉ MIEDO...
MUY INTERESANTE RELATO, BUENO DE QUE LOS HAY, LOS HAY. LOS QUE SECUESTRAN Y MALTRATAN. UN RELATO ESCALOFRIANTE AMIGA ANITA. ABRAZOS MIL CON MIS SALUDOS
Pues sí. Es una historia que una vez escuché en Mexico, andando de vacaciones. Saludos, mi linda Alicia.
El maltrato solo por la.posibilidad de poder hacerlo, el desamor, la falta de compromiso el escarnio, todo tocas hasta con un relato casi inocente...
Y me olvidaba de la casona, sus recuerdos hablan mas alla de la vida... Placer Anna siempre visitarte...
Es una historia que escuché una vez, cuando fui de vacaciones a México y me pareció bueno escribirla. Y sí, pensé en todo lo que mencionas. La falta de seriedad de ese hombre y la facilidad con la que maltrataba, mataba y conseguía mujer nueva, en caso de que haya sido cierto.
Feliz noche, Anton querido.
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