Y no puedo dormir,
pensando que perdí la vida,
sintiendo que mis latidos disminuyen
y como mi cuerpo pierde su fuerza,
mientras corren por mis mejillas
gotas saladas a la almohada
y desde mi corazón se escucha
la canción más triste del mundo,
aquella que bailamos juntos,
que cantamos juntos,
fundiendo de esa manera
mi tristeza con el dolor, físico y mortal
y sumida en la desesperación entendí
que ya... Ya te perdí.
A
Comentarios2
Preciosas palabras de la tristeza que evocan momentos pasados de una realidad maravillosa.
Un saludo Peña.
Muchas gracias, fueron momentos muy emotivos.
Saludos José.
Letras donde asoma la tristeza, pero aunadas de tal manera que da placer leerlas.
Gracias.
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