Cuento los fracasos en voz baja
porque nadie ventila su frustración
como si fuese motivo de orgullo.
En mis brazos y manos
los nombres de los amores antiguos
se siguen apilando, sangrantes,
sobre cada palabra que escondo;
el silencio nunca ha sabido
corresponder mi fidelidad desmedida.
Esto que ves es un poeta maltrecho,
un poeta al que llorar
nunca le ha causado vergüenza;
un poeta que se sabe frágil,
que está enfermo de sueños,
que nunca se ha rendido
a pesar de ser un cobarde.
Llevo horas contando fracasos,
la mayoría de ellos tienen nombre,
otros son simples anónimos
cuyos recuerdos conservo
en forma de notas y metas.
Mis pasos me han traído hasta aquí,
donde una vez alguien me dijo
que fui lo mejor que le pasó en la vida
y ya no está.
Así aprendí a amar a pesar del daño
y hoy ya no sé querer sin que me duela,
sin no querer saber que mañana
voy a terminar de nuevo
bajo los escombros
de una ciudad que el amor construyó
con las sobras de nuestro orgullo.
Nunca le digas a nadie que amarte
me salió demasiado caro.
No quiero que sepan
que esto no es poesía,
que no soy ningún poeta,
que ni siquiera lo único por lo que vivo
me salió hacer bien una vez.
Las heridas que tengo
han sido causadas
por exceso de sueños,
pero seguí soñando
y seguí queriéndote.
Quédate con este secreto,
de que te quise y que te quiero,
aunque al mirarte vuelva a perderte,
aunque ya nadie se acuerde de mí
y vuelva algún día a contar mis fracasos
y me sorprenda a mí mismo
contando tu nombre entre ellos.
- Autor: Heber Snc Nur ( Offline)
- Publicado: 14 de junio de 2020 a las 15:03
- Categoría: Triste
- Lecturas: 15
- Usuarios favoritos de este poema: Yamila Valenzuela
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