Oscar Perdomo Marín
MIS PIES
¿Cómo calmar las aguas interiores?
¿Dónde se quedaron mis zapatos?
Rotos los sueños de mis pies, mirando hacia la bóveda celeste
dejaron invisible huella en los sueños perdidos.
¡Cuántas utopías andan con muletas por ahí!
Los años no vuelven.
Nunca más la adolescencia vendrá por mi ventana.
¡Nunca más el minuto en que ahora te escribo
tiempo mío!
Qué horrible dolor en el cuello de mis pies!
¡Qué punzada en los talones!
Los dedos se levantan inquietos:
añoran una danza ritual Botsuana,
el meandro azul del río Congo
los tantanes que los hicieron bailar en el quilombo
con un trago de whisky adulterado
a cambio de una langosta capturada en un arrecife del Índico
donde el austro le da la espalda al Ecuador.
Mis pies están hartos de tierra
ahítos de fango y detritus.
Tienen la nariz atrofiada
y apenas descubren
el vapor de la tierra mojada
abofeteada por el sol.
Hay un niño en mis pies que nunca duerme.
Aunque mi cuerpo viejo se empeñe en descansar,
el rapaz lo alborota en el cerebro
y los pies bailan.
Un recuerdo mohoso se acicala.
Un mohoso recuerdo se empeña en repetir: “Soy joven todavía”
pero el cuerpo protesta
y los pies resignados se quedan encerrados en los zapatos.
Mis pies quieren bailar otra vez y otra vez.
¿Cómo calmar las aguas interiores?
¡Ay de mí!. ¿Cómo?
Derechos reservados
- Autor: oscar perdomo marin ( Offline)
- Publicado: 14 de junio de 2020 a las 19:17
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 32
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