Tal vez yo me precipite a entregarle a destiempo todo mi amor, y a manos llenas se lo entre sin pensar en las noches penas con las que iría a dejar a este bobo corazón. Quizá lo di todo y en el erróneo acto de amar sufrí. Me quede ahí en una esquina pensando en que cuanto tuve se lo di. Ahora, los años han juntado telarañas, y admito que a poquito a poco un pequeño resquemor recorre mis entrañas. Y si, es cierto cuando dice usted que nadie igualara el espacio que dejo su huella en mi ser , y aunque eso pese nadie me ha echo desperdiciar tantas madrugadas pensando en algo que no volverá a ser. Pero ya no soy tan tonta, sus típicos por siempre ya me son muy fugaz. Ahora soy yo la que nada quiere. Vaya y vuele, déjeme llorarlo en paz..¡Vaya y vuele, déjeme llorarlo en paz!
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