El día quince fue domingo.
Sí, hablo en pasado.
Fue un día bastante tonto, muy triste,
con mucho miedo,
diríamos que pánico o terror.
Miedo hacia la respuesta mía,
la de mi cuerpo ante todo lo que estaba pasando,
ante mis miedos.
No sé, y no sé por qué se produce,
o quizás sí lo sé,
lo que ocurre es que no soy capaz
de vencer esos miedos,
no soy capaz de dominarlos, mejor dicho.
Me abrazan, me aprisionan,
me aturden y confunden,
me ponen malo
y sucesos normales se convierten
en algo extraordinario en mi vida.
Es como si viera la muerte que está llegando,
que me está acechando.
Es un auténtico pánico.
Así pasó el domingo
y así se fue, diluyendo, también,
ese miedo con el paso de las horas,
mejor en la tarde-noche,
pero así transcurrió el domingo,
viendo películas y más películas.
En resumen:
"Día quince,
encerrado a la fuerza
con miedo y sin humor."
Rafael Sánchez Ortega ©
29/03/20
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 19 de junio de 2020 a las 08:01
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 16
- Usuarios favoritos de este poema: Yamila Valenzuela
Comentarios1
Describes una situación que a todos nos toca vivir en algún momento; ese miedo que nos carcome por dentro y que no nos deja avanzar como se debe.
Muy bueno.
Apapacho!
Gracias Yamila.
Un abrazo.
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