Tuve tiempos de furiosa tempestad, vi la tormenta que arrebata el sentido, ahí en esas letras de sufrimiento, de agonía efímera, la estuve contemplando largo rato, pero ya no estaba dentro todo aquello, escrita en una hoja esperaba ser leída una carta, quería reencarnar sentimientos muertos, meterse en mi corazón nuevamente, pero no lo consentí, alejado estaba de ese mal. <Dice Schopenhauer que apenas la miseria y el dolor conceden al hombre una tregua, el aburrimiento se acerca en seguida. Y entonces la vida se va entre estos sentimientos, cuando nos duele algo, y alguna vez sentimos que sale, es para dar paso al aburrimiento>.
¿Que diría del amor? el que nos agobia y se reproduce dentro, y no nos permite pensar en estas cosas, analizar un poco la razón de cada estado de animo, sin amor ahora puedo pensar diferente y verme reflejado como un convaleciente enfermo, con ánimos de sentir, sin embargo dentro todo es aburrido, me angustia terriblemente que no haya inspiración en mis letras, y recuerdo, pero no siento dolor alguno, hay en cambio una tenue sonrisa de satisfacción, pero me pregunto nuevamente que hacer con este tiempo perdido, el que nace de no tener nada dentro que me torture, he querido leer, agasajarme con mis poetas favoritos pero no los comprendo, la literatura encierra una enseñanza oculta para sus lectores, así dejamos de lado lo poco interesante, y he botado mis libros, busco entre la nada algo que me afecte pero es en vano, y me irrito, me desespera no encontrar lo que pudiera servirme para leerlo con avidez, con ese sentimiento de haber descubierto al fin alguna cosa que valga para resolver lo que me aqueja, hay múltiples pasatiempos pero los encuentro poco favorables, debido a que temo aun involucrarme en situaciones de riesgo, amistades nuevas, caminos desconocidos, pudiera empezar como venido de una lejana región y dar explicaciones que embrollen la pureza del sentido, tener que decir lo que no quiero, o atender la enfermiza situación de algún enamorado, y explicarle la condición que vive y que no podrá resolver nunca, un poco como el misántropo, aborrezco la parte humana que sufre y palpita en una herida abierta por el amor, y me detengo, entonces me aburro mas. Solo con mis pensamientos quedo.
He sufrido, y aquel dolor se ha ido, me doy cuenta que así es por que me aburro, ¿Qué habrá más allá? ¿Cómo hacer una nueva tendencia, con ideas nuevas? ¿Será siempre así el dolor por amar? la parte de mi que escribió tanto y con apego a una sola idea amorosa ¿Dónde esta?
Dicen que no hay hombres que dan todo por amor, ahora se que ¡si los hay! Yo fui uno de ellos, ¿que no hubiera dado por un beso? Por tener su sonrisa mágica solo para mí, amarnos en tiempos desnudos y pletóricos, amar lo oculto, lo que no poseemos, como niños empecinados por tener lo deseado, ¿eso es amor?... No, el amor es lo que encerramos dentro cada quien y nos llena de recuerdos, de letras que muestran lo que fuimos, y ese recuerdo nos hace parecer diferentes, los hombres huimos, nos vamos, abandonamos la espera del triunfo, conquistamos y rendimos a alguien, luego volvemos a desear, anhelamos nuevamente, pero encontramos menos fuerzas dentro para construir, y alzarnos con una nueva victoria, y luego estamos viejos, diario estamos viejos, los hombres en su historia cambian habitualmente. Todos juntos formamos una idea del hombre, pero eso no es el hombre, y eso pasa con todos, con los humanos que conformamos el allanamiento de este mundo. Nosotros somos una historia, una bella historia de amor, de sueños rotos, y hacemos vida. Tu propia vida. O la mía.
La bandera es símbolo de victoria, a veces esta callada a media asta, en ella contemplamos cuando pasa el viento y la toca, la hace ondear y erguirse, así es el alma cuando la toca el espíritu del amor, el alma quiere sentir amor siempre, y en ese amor dibujado como viento se van las esperanzas, se va también la vida, algo de aquello que un día nos hizo sentir la vida en plenitud y luego se fue, pero se queda un recuerdo de todo aquello y amamos el recuerdo, amamos la configuración de las cosas que tocaron nuestras manos, que sus ojos vieron, calles intranquilas que se agitan mansamente sin ti, sin mi, sin nuestra presencia pasada, en la cabeza del ser que nos amó, todo, hasta el tiempo se detiene para dejar de crecer, de avanzar hacia el olvido, así quedamos metidos en la cabeza de alguien y en su corazón por siempre. Para siempre. Eso es amar.
¿Cuanto tiempo dejaríamos correr sin las esperanzas de una vida de amor?, ¿de una vida sin amor?, ¿sin amar?, ¡nunca!,¡jamás lo haríamos!, por que sabemos que el amor mueve al mundo y sin amor, sin la fuerza de amar todo perdería sentido. Así nos conformamos y nos recreamos cada día, a cada momento, a veces sin la presencia del ser amado, mas su recuerdo semeja tanto al amor, semeja un calido reposo de infinitas acciones que nos llevan a pensar y creer que esta aun aquí, paseando al sol, diciendo cuanto deseaba amanecer y ver la lluvia, así creemos los que amamos debe ser la ausencia, entonces en ese momento hacemos correr una ilusión y el eco de algo semejante se manifiesta y regresa con los sueños, sagrados y sutiles, para recibir aunque sea una palabra, una mirada de consuelo, entonces respiramos aliviados. O aunque así no fuera crearíamos la ilusión y la esperanza, seria más grande aun al soñar algo que nunca existió, y seriamos locos, locos de amor. Por alguien, por exigencias de la vida. De esta vida que a cada momento nos llena de olvido.
¿Deberíamos decirle cuanto le amamos entonces? seria injusto para el amor, callar ante el mundo lo hacemos a cada momento, pero no por cobardía, es por el temor al aburrimiento realmente, preferimos amar así, calladamente para que el sueño de amor nunca termine, para que el aburrimiento no cambie el rostro del amor. Así cada que pase a nuestro lado, como viento suave y nos toque el espíritu, sentiremos por siempre a través del dolor, ¡que amamos!, que tenemos una ilusión en la vida, latente, siempre viva, entonces jamás cambiaria ese sentimiento, nunca se iría abatido por la borrasca del deseo apagado, el dolor estaría con nosotros y el aburrimiento no tendría cabida dentro en mi, para dejar de escribir estas cosas solo por aburrimiento, ¿no crees?
- Autor: Sandro Tovar (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 2 de agosto de 2010 a las 19:15
- Comentario del autor sobre el poema: ¿Has sentido que el amor no es lo que creíste? A cada paso que damos, a cada momento cambiamos interiormente, ¿pero a donde vamos? ¿Nos conocemos realmente?
- Categoría: Amor
- Lecturas: 34
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