Sobre tierras estériles,
mi canción de anochecida.
Rigurosa y elemental, mi
canción es de despedida,
caminando siempre despierta
sobre círculos cernidos de arena.
Un halcón en el aire, una espada
pendiente, mi canción se colma
de bienes, para los que escucharla
quieran. Mi canción amanece pronto,
como una piedra erguida en mitad
del terreno, y solitaria, mira de frente
nidos de águila y torres de serpientes.
Mi canción, de sí misma, dueña,
duerme respirando dulcemente,
con aliento a tristeza, del camino
separado.
©
- Autor: Ben-. ( Offline)
- Publicado: 20 de junio de 2020 a las 14:42
- Categoría: Cuento
- Lecturas: 36
- Usuarios favoritos de este poema: Jorge Horacio Richino, kavanarudén, Lualpri, Yamila Valenzuela, alicia perez hernandez
Comentarios1
Tu canción es susurro del alma, caricia del existir.
Que sea eternal, que no se apague jamás, que cambie de intensidad, pero que se mantenga.
Un placer leerte, como siempre amigo y poeta del alma.
Kavi
Gracias amigo Kavi, un enorme abrazo de sol!
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