ADVIENTO.
Y sopló el viento afuera,
estremeciendo ventanas,
virtual como la quimera,
que arraiga las entrañas.
Se irguieron fantasmas,
en las calles solitarias,
como erran las ánimas,
en sus visitas temerarias.
El alma inquietó la razón,
sin conciencia de evento,
y muy dentro el corazón,
se paró por un momento.
Y el viento afuera soplaba,
sin detenerse un momento
y en mi alcoba deambulaba,
el presagio de tu adviento.
Y el viento por fin calmó,
para escuchar tu llegada
y mi alma así entendió,
que inquietaba por nada.
Autor: Víctor A. Arana.
(VÍCTOR SANTA ROSA)
Mayo 8 del 2020.
- Autor: VICTOR SANTA ROSA ( Offline)
- Publicado: 20 de junio de 2020 a las 20:21
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 8
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