Era un gorrión,
alegre y solitario,
en el jardín.
Allí escarbaba,
su pico, entre la yerba
y los granizos.
El prado verde,
de blanco moteado,
por la tormenta.
Yo le miraba,
atento y en silencio,
por la ventana.
Él era libre,
sin nadie que privara
su libertad.
Y yo mirando,
detrás de unos barrotes
casi invisibles.
...Ya volaré,
le susurré al gorrión,
iré contigo.
Iremos lejos
a ver otras praderas
y otros gorriones.
Y allí serás
el príncipe encantado,
mientras yo sueño.
Rafael Sánchez Ortega ©
30/03/20
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 21 de junio de 2020 a las 06:31
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 24
- Usuarios favoritos de este poema: Yamila Valenzuela
Comentarios1
Poeta, describes muy bien la bella libertad de un gorrión y a veces nuestras ataduras. Debemos volar con la imaginación. Gracias. Paleornis.
Gracias por tus palabras, Paleornis.
Un saludo.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.