Los olvidados Padres

Richard Soriano

Con regocijantes emociones,
Expreso mis letras en este canto,
Pues mi madre me secó el llanto,
Y le escribímis primeras menciones.

 

Esperamos siempre con júbilo y alegría,
Dar homenaje a las madres,
Sobre todo a la madre mía,
Pero muchas veces y como es casi costumbre,
Y casi no es frecuente,
De esa persona que no recurrente,
Pocos de la gran muchedumbre,
Se acuerdan del olvidado padre.

 

Si cuando amanece el día,
A hora del hermoso Alba,
Papá ya sale diligente a sus labores,
Y no lo vemos de día y
solo un poco en las noches,
Pero está siempre presente para aliviar nuestros temores.

 

Pues el padre es el refugio
Y la torre fuerte y morada,
De su hijo frágil pequeño,
Y de su hija enamorada,
Pues es el primer amor de una hija,
Y de su hijo el súper héroe,
Y el sostén de su familia,
y su esposa su adorada.

 

Es el padre el que pone rectitud en los andares,
Y que aconseja con esmero,
Para que evitemos lo pesares,
Es el mismo que a veces vemos como malo,
Y luego en el futuro, con nostalgia, recordamos.

 

Aunque increíble fuera o
mentira que parezca,
También papá cocina,
Y abriga y alimenta,
Llora y se acongoja, se preocupa en su lecho,
Con la pobreza muchas veces, difícil cubrir un techo.

 

También lidia con pesares y Dolores,
Cayos en sus manos,
Ampollas por sus labores,
Pero es su regocijo llegar a su morada,
Y feliz encontrar a sus y hijos y a su bella amada.

 

Aún siendo olvidados, brindan Consuelo,
Sueñan con construirles,
castillos en el cielo,
A sus amados niños que
con ímpetu recuerda,
Aunque la Soledad golpee fuerte y muerda.

 

Muchos sufren maltratos,
Otros por sus errores,
No están con sus hijos por cosas del destino,
Porque las decisiones le dieron otro camino,
Pero se olvidan de sus vástagos y con empeño,
Siguen brindando amor, mi homenaje para ellos.

He escuchado decir padre cualquiera,
Y madre solo una,
Es en parte verdad, pero quien tenga fortuna,
De tener un padre bueno, no pensaría lo mismo,
Pues la vida sin el sería un profundo abismo.

 

Muchos recuerdan el padre,
que en vida fue,
El amor de su vida para la niña aquel,
Que por cosas de la vida tuvo que partir,
A la morada infinita,
Pero inmortal para él.

 

Y en mi hora postrera quisiera,
A mis hijos entre mis brazos,
Sepan que mi amor es sublime,
Entregarles mis consejos, mis abrazos,
Que cuando se conviertan en olvidados,
Que si algún recuerdo he dejado,
Amen a sus hijos como yo los he amado.

 

A los olvidados padres mi homenaje,
Por su labor extenuante,
Y poco reconocida,
Trabajo que muchos no reconocen en vida,
Y en el lecho recordamos con dolores,
Pues no reconocimos sus valores,
Y la dedicación de toda una vida

Richard

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  • Autor: Ricardo Soriano (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 21 de junio de 2020 a las 22:18
  • Categoría: Reflexión
  • Lecturas: 9
  • Usuarios favoritos de este poema: Rous B
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Comentarios +

Comentarios1

  • Rous B

    La presencia de un padre es como bálsamo para las heridas, es como un beso cálidos y un abrigo a su tiempo, padre es un ejemplo a seguir y un corazón de amor, compromiso, compasión y rectitud. Gracias por tus hermosas palabras.



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