Hangar

¿Sabes cuanta miel quiero yo tragar? Nada

Pasa poca piel bajo el hangar, calma

Lunes sabe a calma si nadie sale

Dentro todas las almas. Yo también una. 

 

Truena como si a nadie le importara

 

 

Sácame la hiel, erizame la piel en el hangar

Bajo la lluvia, 

Por fin estamos solos. 

Tu y yo, ligero toque de almas. 

Me gusta tu perfume, 

Me aparto para fumar. 

 

Subes al avión, 

Nadie más disfrutó tanto de esta soledar

Bajo tu compañía

Sobre tu mirada pasó un relámpago fugaz

Que te hizo suspirar. 

 

Que suspicaz el rumor del viento. Y dulce la lejanía, de la nada, sin investigar. 

Solo disipar, 

Al calor de una nube, en un guarecimiento militar, 

 

 

Entras al avión para quitar tu pantalón de cuero, 

Yo me pongo a fumar

Sobre la nariz del avión pasa la paveza de mi cigarro a medio fumar, 

¿Cuanto tiempo aquí podremos estar? 

Te reclinas, estás sobre el avión pero siento tus ojos, 

Tu mirada calida como una nube, me quiere arropar, 

La cabina está cerrada, 

Polarizada

Ahora como el reojo siento a tus piernas abrirse

Yo estoy sentado afuera en un cajón, fumando, tentado de tomar un trago pero la petaca está al otro lado,  en mi bolso que a la vez está al lado de tu abrigo rojo. 

 

Tan serena la noche y tu vestida a si, 

Me recuerdas al sol porque abres las estaciones de par en par como si nada quisieras mostrar

Solo disipar

Los pensamientos

Al parecer llevaste la ropa al avión 

Y los vidrios están empañados

No se como pero al igual como presiento tu mirada 

Sé cuando abres la piernas

Se cuando me deseas

Haces mas ruido que al abrochar el cinturón 

Quieres prender el motor. 

Lo harás pero cuando yo esté dentro, 

Lo sé, 

A veces, 

Quiero ser sin saber, como tu, que lo haces tan bien. 

 

 

Oye tontito,

traje la miel,

y no quiero tragar ni un poquito,

 

me dice mientras el vidrio suena grave con sus golpes y armoniza con el techo que peina la lluvia.