Detestan oír mentar
los muertos de las cunetas
de la oprobiosa y funesta
dictadura militar,
llamando a tales menciones,
“batallitas del abuelo”,
haciendo mofa del duelo
y de las reclamaciones
por tantas muertes impunes;
y, con notorio desdén,
“las fosas de nosequién”
llamaron a las comunes,
que esconden humanos restos,
los de muchísimos miles
de asesinados civiles,
por facciosos insurrectos,
y en tanto que mucha gente
se sigue aún preguntando
dónde están, quienes son, cuántos,
este PP indiferente,
displicente sempiterno
con el tema de los muertos,
tiene ahora los arrestos
de aleccionar al gobierno:
Toda nación que a sí misma
se respete, por supuesto,
contar debe bien sus muertos,
dicen, ebrios de carisma,
haciendo gala de olfato
para oler muertos ocultos,
entre la sarta de insultos
que sueltan a cada rato.
Pajas fuera, vigas dentro,
estos pupilos de Aznar
van aprendiendo a graznar
por boca de su maestro.
@ Xabier Abando, 24/06/2020
- Autor: Xabier Abando ( Offline)
- Publicado: 24 de junio de 2020 a las 05:36
- Categoría: Sociopolítico
- Lecturas: 61
- Usuarios favoritos de este poema: Jorge Horacio Richino, Flor de otoño
Comentarios1
Cierto. Así es, Manuel. Un saludo.
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